02 diciembre 2009

HISTORIA DE UN GALGO

Valiente estaba en tirado en una cuneta, mientras pasaban los coches, ignorando ese "perro muerto". La mayoría de los animales que vemos en el arcén de una carretera no están muertos, sino agonizando, y podemos salvarles la vida.
Es el caso de Valiente, que tuvo la suerte de que unos chicos pararan para saber si estaba muerto y como no era así lo recogieron. No sin antes alucinar viendo cómo un señor paraba (pensando que iba a socorrerle) y le quitaba el collar para luego salir huyendo.
Valiente presenta perdigonazos por todo el cuerpo e innumerables heridas a causa de un posterior atropello. Quien quiso deshacerse de él no lo consiguió pero sí le marcó de por vida. Se recupera en una casa de canguro y está a salvo, encontrará un hogar y será feliz.
Pero que esta historia acabe teniendo un final feliz no debe hacernos olvidar que estos casos no son puntuales, que tras acabar la temporada de caza cientos de miles de galgos son desechados de esta manera o peor. Y que debemos parar siempre para comprobar si el animal está muerto o malherido, para salvarle la vida.

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